sábado, 12 de abril de 2014

ELOGIO DE LA CEGUERA



Feliz el bendito que ignora su tiniebla
Quien no teme andar a tientas su destino
Quien no reposa su integridad en el bastón de los sentidos
Quien se permite elegir para ser elegido
Feliz quien no cree que deba buscar
Aquello que siempre lo encuentra
Quien no es esclavo de la necesidad
Y sabe reconocer bien sus deseos
Y la posibilidad cierta para realizarlos
Aquel que no sale a correr detrás de la liebre
Para terminar adornando el paragolpes de un camión
Aquel que sabe cuando no es necesario ver
Y solamente confiar en sus sentimientos
Para poder creer que es sólo parte de un plan mayor
Que no está destinado a forjar su felicidad
Sino a cumplir metas más altas y solidarias
Con los propósitos de la humanidad y el universo
Donde nadie es un eslabón imprescindible
Pero tampoco una contingencia ni un accidente
Esa es la ceguera capaz de ver mas allá de mirar simplemente
El resto de los sensuales mortales no hacemos más
Que perder progresivamente nuestra visión interior
Para alimentar los espejismos de pesadilla
Del horrible cuenco vacío del gran ojo ciego
Que quiere devorar toda la luz de este mundo

MARCEL GONTRAND - 12/04/2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario